Alli estaba, un gato negro y enorme que rondaba sigilosamente por las orillas del estanque del cual me disponia a beber hacia apenas unos instantes. Me quede en silencio,agazapado, conteniendo el aliento y la esperanza de que no me viera...
_Creo que los a los gatos no les gusta ser gatos.
Aquella voz a mi espalda me sobresalto y emiti un leve chillido. Me gire y vi como mi madre mantenia sus pequeños y agudos ojos clavados en la figura del felino.
_ ¿como?
_ Pues eso,veras los gatos no tienen adrenalina, poseen noradrenalina y esto les condena a estar en un perpetuo estado de vigilia, a vivir siempre en forma de maxima alerta aun cuando duermen o parecen relajados.
Esta sustancia los obliga a estar siempre tensos y electricos. Ellos no conocen la tranquilidad COMPLETA.
No muy lejos de alli, el gato se estiro perezoso y bostezo,como queriendo contradecir las palabras de mi madre.
_ No, decididamente a los gatos no les gusta ser gatos. Creo que por si por ellos fuera eligirian ser cualquier otro animal.
En aquel momento,mi vision del animal cambio de forma radical y comence a verlo con otros ojos.
Donde antes veia un ser amenazador y peligroso,ahora veia a un pobre animalito intranquilo ,esclavizado por sus segregaciones internas y preso de constantes ataques nerviosos.
Sonrei y me alegre de ser RATON.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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